viernes, 18 de enero de 2013

Apestado


He pasado los últimos años hablando de la intolerancia de los demás, de la falta de respeto al prójimo y del legítimo derecho a ser distinto. Pero esta semana ha sido diferente. Me di cuenta que estoy convertido en un intolerante. Simplemente me apesté. No tolero la falta de compromiso, el egoísmo, la cobardía, la deslealtad, y sobre todo, el caraderajismo.

Un matrimonio muere calcinado, y varios celebran como si se tratara de un triunfo de la selección chilena en la Copa América. Lo justifican con las muertes de comuneros mapuches. Me dan pena.  Un pequeño triunfo para sus mentes retorcidas. De igual modo, la muerte impune de comuneros debería ser atendida. Justificar violencia con más violencia me parece muy triste.

Tengo "amigos" que son nuevos fanáticos religiosos, ex vividores, que hoy defienden a sus obispos en cuanta red social existe. Está bien. Es legítimo. Pero tanto golpe en el pecho, y ni una migaja de compasión por los perros asesinados en Punta Arenas. No soy de los que recogen perros en las calles, y creo que nunca lo seré. Pero no comparen matar perros con botar bancas de una capilla.

Debe ser que me estoy poniendo viejo. Pero ya no soporto mucho a la gente. No soporto a los gay que se sienten agredidos por todo. No puedes invocar Ley Zamudio por cualquier cosa. Si no quieres ser tratado como niñita, no te comportes como tal. Y si lo haces, después no mandes cartas a los diarios.

En unos meses cumpliré 30 años. Suena espantoso. Superar la barrera sicológica de los veintisiempre asusta un poco. Ya no puedes decir que eres "joven" con tanta soltura de cuerpo como hace 10 años. A veces leo que mi hermana anuncia un nuevo tatuaje y me dan ganas de agarrar un bate de béisbol, y darle una paliza hasta que desista de su idea de autoflagelación. Claramente estoy viejo. Hace algunos años hubiese propuesto diseños apropiados para su cuerpo, pero hoy no. No quiero ni saber de sus ideas juveniles.

¿Quién dijo que los 30 eran los nuevos 20? Ni cagando. A los 20 me comía una vaca y no engordaba. Ahora parezco pudú comiendo pasto todos los días. Eso, sumado a la dieta del vómito para mantener el peso (broma). Como sea, no me verán gordo. Subiré el San Cristóbal cuantas veces sea necesario con tal de no convertirme en una morsa.

Hasta hace muy poco todo me daba lo mismo. Compartí mesa con cuanto personaje puedan imaginar. Pelotudos, arrogantes, soberbios, aspiracionales, mentirosos y traidores. Conducta gregaria estúpida para no salirse del sistema. Ya no puedo. Lo he intentado, pero me da un poco de asco. La lealtad, primero, es con uno mismo. No voy a estar con quien no quiero estar sólo por agradar al resto.

Quizás ando apestado de pura envidia. Todo el mundo anuncia sus vacaciones mientras yo disfruto mi camisa y corbata en Santiago. Necesito una escapada a la playa para no andar tan desagradable. Todo me parece mal. Además de denso, ahora soy intolerante. Espero que se me quite…

Si yo voy a cumplir 30, eso quiere decir que mis papás se acercan a los 60. Los extraño, pero como soy un inconsecuente no hago nada por ir a verlos. Veo pasar el tiempo como idiota y no disfruto a las personas que realmente amo. En cambio, gasto plata que no tengo en gente que no vale nada. Me falta madurar. Reconocerlo, es el primer paso.

Mientras espero que llegue ese 21 de marzo de 2013, aprovecharé de ser un poquito irresponsable. Todavía puedo. Los pocos cartuchos que me quedan me lo permiten. Después... ya veremos. Quizás no sean tan malos los treintaisiempre...

sábado, 5 de enero de 2013

Denso e Indolente



Denso era uno de esos personajes errantes. Un tipo normal que trataba de ser mejor, pero no le resultaba. Su destino se circunscribía a dos o tres variables: una vida un tanto fome.

La casualidad hizo que Denso conociera a Indolente, y todo cambió. Con casi una década menos de vida, Indolente se caracteriza por su entusiasmo y ganas de compartir. Todo lo que Denso quisiera tener, pero su esencia de ermitaño se lo impide.

Para ser sincero, Denso e Indolente no deberían estar juntos. Son tan distintos que deberían odiarse. Pero están juntos. No sé muy bien qué es lo que a Indolente le gusta de Denso. De hecho, yo no estaría con Denso. No me parece que sea un tipo de confiar.

En cambio, tengo muy claro lo que a Denso le gusta de Indolente: Indolente cocina rico, casi tan rico como la madre de Denso. Indolente es aperrador y va a todas. Si Denso dice “upa”, Indolente dice “chalupa”. Indolente cuida a Denso, lo protege y por sobre todo lo aguanta.

Cuando Denso no puede dormir, Indolente le hace cariño hasta que se queda dormido. Cuando Denso está intoxicado, Indolente se levanta a comprar jaleas un domingo por la mañana. Cuando Denso duda de sus capacidades, Indolente lo alienta. Cuando Denso cae, Indolente lo levanta.

Cuando Denso tiene que disertar, Indolente escucha la presentación tres o cuatro veces, aunque sea en inglés, aunque sea a las 05:30 de la mañana.

En suma, Indolente es todo lo que Denso necesita para ser feliz.

Este 05 de enero de 2013 se cumplen tres años desde que Indolente y Denso comenzaron a construir una historia. Tres años podrían parecer poco, pero es harto. Nadie sabe cuánto más van a durar, quizás para siempre o quizás sólo una semana. Lo único cierto es que, al menos para Denso, estos tres años han sido los más hermosos de su vida. 

martes, 25 de diciembre de 2012

Somebody That I Used To Know


Now you're just somebody that I used to know
Now you're just somebody that I used to know
Now you're just somebody that I used to know




Wouter de Backer, conocido con su nombre artístico Gotye, es un músico, cantante y compositor belga-australiano, autor de "Somebody that I used to know". Eso no le importa a nadie, pero lo escribo para que no se me olvide. 

Esta canción integró la banda sonora de nuestras vacaciones en Buenos Aires: la escuché en el avión, en el hotel, en la disco, en el mall, en todos lados... La verdad es que quedé un poco pegado con el tema. Su significado -o el que yo le doy- no es tan explícito como pudiera indicar su título. 

En fin, mucha nostalgia y un raro vacío en el estómago, que no es de hambre hahaha. Con esta canción damos vuelta la página 2012, y de pasadita los resabios del 2011 y 2010 que quedaban por ahí... 

martes, 27 de noviembre de 2012

Corre

Cada cierto tiempo, sin darme cuenta, me encuentro obsesionado con algo nuevo. No sé si es por inconformista o porque me aburro con facilidad de la monotonía... El punto es que de vez en cuando busco darle sentido a mi existencia con algo que ocupe mis horas después del trabajo. Hoy mi obsesión es correr y bajar mis tiempos en los 10k.

No sé si fue culpa de Daniel o de Ro, pero de repente me vi con short y zapatillas (cañuelas de canario incluidas) corriendo entre miles de personas como si el mundo se fuera a acabar. Eran mis primeros 10k. Había leído todo lo que había que leer. “Cómo correr 10k y no terminar vomitando”, “Cinco pasos para completar tus 10k”, “Las recetas de Usain Bolt”-jajaja-, y todo lo que encontré en internet.

Me inscribí porque quería ver si era capaz de correr 10 kilómetros. Pareciera poco, pero cuando vas en el kilómetro cuatro tu cerebro te dice: “ya déjalo, no llegarás”. Al kilómetro cinco el maldito cerebro nuevamente te traiciona con frases como “y todavía falta la mitad”. Es horrible. Por eso lo mejor es ir escuchando música y cantando xD. Pensar y hacer cálculos de cuánto falta es lo peor!!!

Al kilómetro ocho, cuando tus piernas están a punto de quebrarse, tu cerebro por fin es tu amigo. “Vamos ctm, queda poco”, me repetía a mí mismo… El apoyo de la gente anónima en las calles también ayuda mucho. Aunque hay gente que te grita estupideces como “eres el último!” jajaja, pero no importa. Al cruzar la meta la emoción es casi orgásmica. Me demoré 46 minutos. El desafío es con uno mismo. Ponerse metas y superarlas.

Mis segundos 10k fueron mejores. Fue una corrida nocturna y marqué 42 minutos 20 segundos. Y vamos por más… En lo que queda del año ocuparé mi mente en mejorar mis tiempos, seguir corriendo, y no gastar tantos minutos y tantas energías en lo que no vale la pena, incluyendo gente que no aporta nada.

domingo, 29 de abril de 2012

¿Para dónde va la micro?

Ni idea...
Han pasado varios meses desde que no venía a darme una vuelta a este lugar. No es que no haya recorrido ningún sitio nuevo... (nunca tan periférico jajaja). Desde la última vez que me senté a registrar recuerdos en este sitio he visitado algunos lugares entrañables.

Visité por segunda vez Mendoza, una ciudad calurosa, un tanto seca. Pero se come rico. También anduve por Punta Arenas, una ciudad lejana, extrema, un tanto inaccesible.

En la medida de lo posible me arranqué a la querida Quinta Región. Llegué a la cima del Cerro La Campana, después de cuatro horas de un agotador ascenso en medio de árboles, aves, zorros y lagartijas varias.

A las pocas semanas estaba nuevamente durmiendo en un cerro. Esta vez, en el Cajón del Maipo. En medio de la nada, bebiendo agua del río, cocinando con leña, compartiendo alrededor de una fogata...

Pero ahora no vengo a registrar ningún recuerdo. Al contrario... vengo por aburrimiento. Y también porque dudaba si esto seguía existiendo. Ha pasado mucho tiempo, han cambiado muchas cosas (o quizás no tanto). Gente va quedando atrás, otra va apareciendo.

A la vuelta de la esquina se abre un camino incierto… No sé para dónde va esta micro. Pero sí sé quiénes deber ir en ella :)

lunes, 10 de octubre de 2011

Viaje a Paranal

Después de casi un año volví a Antofagasta. Esta vez fue distinto, no había nadie esperándome en el Aeropuerto de Cerro Moreno, no hubo salidas a bailar ni empanadas de mariscos en “Sabores de Tongoy”… ja!

Este viaje, realizado con colegas nacionales e internacionales, tenía por objetivo llevarnos al Observatorio Paranal. Se trata de un Observatorio Astronómico operado por la European Southern Observatory (ESO) en la comuna de Taltal.

Según los expertos, en este sitio se encuentran los cielos más limpios del planeta. Debe ser así, de lo contrario no hubiesen invertido mil cien millones de dólares en su construcción (1988)…

Después de casi dos horas en bus, en medio de la nada, se llega al Observatorio. La sensación de soledad es inmediata. Donde mires hay cadenas montañosas infinitas, que se entremezclan con horizontes inconclusos. Nunca sabes si lo que ves es el mar o nubes. Seguramente los científicos lo tienen claro, pero uno, con la ignorancia al mil por ciento, no entiende nada.

El atardecer es sencillamente inolvidable… En cosa de minutos el cielo se llena de estrellas, como en cualquier parte del mundo, pero con la diferencia de que las estrellas parecieran ser más luminosas y cercanas. Difícil de escribir. Hay que estar ahí.

Algunas fotos

sábado, 19 de marzo de 2011

Bucear en Isla de Pascua

Cuando llegamos al Aeropuerto de Mataveri en Rapa Nui acordamos que no dejaríamos la isla sin realizar nuestro “bautizo submarino” en las costas de Hanga Roa. Sin embargo, pasaban los días y nunca concretábamos nuestro plan de bucear en las cristalinas y templadas aguas de la polinesia chilena.

Primero no había cupo, luego el mar estaba muy peligroso, con fuertes corrientes submarinas. Cuando quedaban sólo tres días para dejar Isla de Pascua logramos acordar nuestra iniciación al buceo en la empresa llamada Mike Rapu.

No sabíamos nada sobre cómo bucear. Así que el curso comenzó con una clase teórica sobre cómo respirar utilizando los tanques de aire comprimido, luego aprendimos las señales básicas para comunicarse bajo el agua: “ok”, “subir”, “bajar”, “más o menos”.

Si bien los valores en Isla de Pascua son altísimos, sobre todo la comida, el precio de bucear nos pareció bastante bueno, especialmente por la espectacular experiencia de nadar entre peces de extrañas formas y transitar en medio de laberintos de corales. Sin duda, hubiésemos pagado más por lo vivido.

Para quienes estén interesados, les cuento que bucear en Isla de Pascua nos costó 45 mil pesos chilenos. El valor incluye un cd con fotografías y un video. En la isla hay otras empresas además de Mike Rapu (a esa fuimos nosotros). También está Orca Diving Center, creo que cobra lo mismo. Ambas están en la caleta de Hanga Roa.

Si van a Isla de Pascua no pierdan oportunidad de bucear. Es una experiencia realmente la raja… les dejo un video y unas fotos.