martes, 14 de diciembre de 2010

Matando el aburrimiento en Antogasta

A una hora con 50 minutos desde el aeropuerto de Santiago, vía LAN, se llega a Cerro Moreno en Antofagasta. El viaje cuesta, si es que se avispa, unos 60 mil pesos. Si no se avispa, puede pagar por el mismo viaje cerca de 150 mil pesos. Compre por internet y vuele tarde o muy temprano.

Después de este aviso comercial, vamos a lo que nos convoca. Al salir del aeropuerto lo primero que uno siente es calor. Kilómetros y kilómetros de tierra. Ni un brillo. Uno de los ritos interesantes en mi estadía en Antofagasta fue buscar sombra. Lograrlo, es como ganarse el kino.

A primera vista, pareciera que en Antofagasta no hay nada en qué entretenerse. A segunda vista, tampoco. Sin embargo, con un poco de esfuerzo, se puede descubrir que en esta ciudad hay algunas cosas que potencialmente podrían matar el aburrimiento y el letargo que provoca el calor.

Acá dejo algunos consejos por si es que tiene la ocurrencia de venir a la capital de la Segunda Región.

  • Empanadas de mariscos: Por luca (mil pesos) pruebe las empanadas de mariscos del local “Sabores de Tongoy”, en la costanera, cerca de las petroleras. De todas las variedades, con ostiones, machas, choritos, etc etc etc, me quedo con las de camarón-queso.
  • Foto en La Portada: Sin foto en La Portada, es como no haber ido a Antofagasta. Queda lejos, así que vaya en auto. Si va en bus, lleve agua, porque se recagará de calor caminando. Una vez en el lugar, aproveche de ir al museo, es gratis.
  • Mejillones: Si busca una playa, como las playas de verdad, no busqué más en Antofagasta, porque no hay. Tome el bus y vaya a Mejillones. Allá la playa es piola, con poco oleaje. Aproveche de ir a los restaurantes cercanos a calle O’Higgins. Platos marinos a muy buen precio. Ah, no se olvide de la foto en la casa de Iovanka, y en el campamento donde estaba la familia de Melquiades (Romané, TVN).
  • Comercio tradicional: Si no quiere encerrarse en el Mall Plaza Antofagasta, vaya a calle Prat. Ahí está el comercio antiguo de Antofagasta. Cientos de pequeñas tiendas que ofrecen sus productos importados y nacionales a precios razonables y competitivos con lo que se vende en el mall. El mall, es igual todos. Ni un brillo.
  • Trotar en la costanera: En las tardes, antes de que se ponga el sol, gran parte de la diske juventud sale a trotar por la costanera o andar en bicicleta por la ciclovía. Ojo con la caca de gaviota mientras corre.
  • Parrillada Tenedor Libre: Por cinco mil pesos, reviéntese la guata comiendo carne de vacuno y cerdo, pollo y cuanto animal muerto se le ocurra. Es autoservicio. Las bebidas se cobran por separado. Los fines de semana, haga su reserva. Local “La Parrilla”, en calle Copiapó.
  • Lasagnas en Pizzanté: No es barato, pero es rico. En Pizzanté encontré una lasagna exquisita.
  • Las Ruinas de Huanchaca: Monumento Histórico Nacional, vestigio de una fundición de plata de fines del siglo XIX. Diske interesante. Si quiere ir, tome el bus 109, 110, 111, 112.

Eso sería por hoy. Después de todo, me quedo con una buena imagen de Antofa. Ya mañana de vuelta a Santiago.

Fotografía Ensenada Los Choros